EI SILENCIO
DE TODOS LOS SILENCIOS.
Francisco Urrea
Pérez
No viajó a
visitarme esta madrugada, el silencio.
Seguramente
se quedó dormido tras los cerros de la urbe
Va
floreciendo en el espejo del firmamento otro silencio.
Viene el
otro silencio, el del más allá de las pinceladas de los celajes y los neones.
El silencio de los silencios alucinados por la desnudez
de la memoria.
Tal vez,
quiere el silencio medirse con el silencio
y volcarlo sobre
la mudez de las cúpulas de los rascacielos.
Se dejan
ver copados de maravillas, de fuegos y de los eternos cielos, los silencios presentes desde todos
los tiempos entre el bastidor de los adentros.
Pero sobre
todo el silencio que no vino a visitarme.
Y no vino
ni vendrá. Porque ése silencio, que fuera el cosmos de nuestros silencios, se
oxida en el silencio de todos los silencios.
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